Semillero de Estrellas
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- 23 feb 2018
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Viejitas pero bonitas, ¿Quién no ha disfrutado de una película de la época del cine de oro Mexicano? Joaquín Pardabe, Pedro Infante, Tin Tán, Resortes, Clavillazo, Cantinflas y tantos mitos, leyendas de la gran pantalla, pero sin duda todos tuvieron un inicio, una época mágica, una época que tiene como primordial ingrediente, la fuerza y la garra que solo ter puede dar un lugar, el escenario y nunca existió en la historia del teatro y los espectáculos como los escenarios de LAS CARPAS.
Un lugar que era errante, viajando de lugar en lugar, poniendo codo a codo a las estrellas con los verdaderos generadores de fama, un público, si tenías la capacidad de enamorar a la bestial y aplastante audiencia de la carpa, era seguro que el brinco al cine estaba muy cerca; la única y original forma de hacer comedia que llevó a Mario Moreno a ser una leyenda de nivel mundial, fue curtida en las carpas de todos los niveles, lugar donde nació el personaje de “Cantinflas”.
La época donde un México bárbaro se representaba con un estancado folklore, donde todos estaban vestidos de charros, provincianos y llenos de historias de amor, repetibles y con una constante de tragedia chantajista; los que representaban la vida de ciudad lo hacían posicionándose en las esferas reprimidas pobres, como un punto de mercado, pues los que como hasta la fecha siguen abarrotando las salas de los cines son los llamados pobres, aunque en aquellos días era más barato ir a la carpa a ver varias tandas de música, magia, baile y teatro, que las filas interminables para asistir al cine.
Los fines de semana nunca serían lo mismo, ni en la tele, ni en la relación familiar y en la comedia ligera, sin todo lo que se le debe a la carpa, la Película El Tivoli de 1974, rescata los últimos resquicios de lo que era un carpa y que de manera lastimera se terminó con un lugar que necesariamente tendría que ser parte de la historia del teatro de este país, las carpas son un tesoro inmaterial de nuestra historia artística y cultural, son tan importantes que quienes las pisaron pudieron aspirar hasta ser diputadas, si no me creen, pregúntenle a la corcholata…
MAYKOL PÉREZ

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